El beso de la araña te envenena. Te excita. Todo lo que ya se sabe sobre la reproducción fallida y sin afán de dar vida a seres infernales.
El deseo trepa por el estomago, se aferra al corazón y llega al cerebro inundándolo del narcótico bienestar.
La Nínfula del Arcángel
domingo, 9 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Recuerdo éste.
Sin comentario por ahora.
Jaa na !!
Publicar un comentario